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Private Notes
A punto de ser embargado, Jerónimo Lynch, dueño de la Funeraria Lynch, acepta la oferta de Isabel: un millón a cambio de fingir su muerte. Es el inicio de un nuevo negocio: fingir la muerte de personas que buscan una segunda oportunidad.
La Funeraria Lynch tiene un nuevo cliente, Emilio, quien desea escapar a su monótono matrimonio y a su obsesiva amante. Lynch, Isabel y Javier planean el falso suicidio. Pero Angela espera demostrar que su marido está vivo.
Isabel visita a su exsuegro en el geriátrico y lo convence de que la manera de cobrar un seguro de vida para su hija y su nieta es fingir su muerte. Al plan se integra un médico forense. Angela no pierde la esperanza de encontrar vivo a su esposo.
Mientras Jerónimo trata de terminar con el negocio, debe fingir el funeral de Eduardo Zuñiga, un abogado de derechos humanos amenazado de muerte por su última investigación. Mientras Leo se entera de los negocios de su padre, Zuñiga es asesinado.
Tras el asesinato de Zuñiga, surge un nuevo cliente, Violent, un reconocido novelista travesti. Para Jerónimo es una doble oportunidad: honrar la memoria de Zuñiga y trabajar junto a su hijo. Por otra parte, Emilio Triana regresa para chantajearlos.
Los Lynch tratan de convencer a Emilio de que no vuelva, pero él se convenció de que no puede vivir sin su esposa y quiere que lo ayuden a reconquistarla. Cuando se da cuenta de que ella ya lo olvidó, huye con el dinero del cartel del ataúd.
Tras el robo, Javier propone recuperar las ganancias fingiendo la muerte de Sandrine, una mujer maltratada, que no puede huir de su marido por temor a perder a su hijo. Pero Lynch se entera de que es la esposa de un peligroso narcotraficante.
El narco regresa para obligar a los Lynch a abrir una ''nueva línea de negocio'': transportar droga dentro de los cadáveres. Pero deciden avisar a la policía dónde se encuentra la droga. Después de 14 años la pasión se apodera de Jerónimo y Mariana.
La llegada de la esposa de Javier y de su hija complica la convivencia en la Funeraria. Lynch se enfrenta a los narcotraficantes y el funeral de una nueva clienta termina en tragedia cuando los narcos tirotean al coronel Fernández y Leo desaparece.
Jerónimo está seguro de que Leo fue secuestrado por el narcotraficante George González y decide enfrentarlo. Por su parte, Javier y Ximena deciden ayudar a tres integrantes de un equipo de fútbol que vendieron los partidos a unos apostadores.
La investigación avanza y todo compromete a Sanz, quien le pide ayuda a Amalia para fingir su muerte. La Mayor Angela presume que la desaparición de los cadáveres de la morgue puede estar ligada a la supuesta muerte de su esposo.
Leo le pide ayuda a Muñoz para blanquear el dinero del cartel del ataúd a cambio de simular su muerte. La Mayor Angela descubre que Jerónimo Lynch está implicado en el falso entierro de la mujer y del hijo del narcotraficante, y ordena capturarlo.
Las pruebas de la Mayor Angela en contra de Jerónimo son contundentes. Isabel regresa para rescatarlo con ayuda de Javier, Ximena y Leo. El plan resulta un éxito, pero a Jerónimo y a Isabel les queda todavía un último enfrentamiento con la policía.
Lynch, condenado a 30 años de prisión, se alía con Pablo, el hombre de González, para organizar una fuga que le permita rescatar a Isabel, quien se encuentra inconsciente en un hospital y corre peligro de ser encarcelada cuando despierte.
Gracias a un enfermero de la prisión, Lynch finge su muerte y escapa. Pero Ochoa sigue atentamente sus pasos. Lynch e Isabel, que huyó también del hospital, se instalan en el sótano. El funerario está decidido a seguir con el Cartel del Ataúd.
El Cartel del Ataúd acepta el caso de Abel, un joven gitano enamorado de Coral, una chica comprometida con un hombre del clan rival. Mientras, Pablo asesina a Sandrine y a Junior, y Lynch se arrepiente de haberlo ayudado a huir de la cárcel.
El Cartel del Ataúd decide ayudar a una novia gitana. Calderón intenta suicidarse. El hombre a quien Salvador e Isabel robaron tiene a Ximena trabajando como cantante. Angela descubre el paradero de Emilio y por infiel lo entrega a la policía.
Isabel huye de Calderón con el millón de dólares que Salvador y ella le robaron. El recuerdo de lo que pasó con Salvador acude a su mente. Ochoa está cerca de dilucidar la verdad y Ángela descubre a Lynch en la funeraria.
Un nuevo caso ocupa al Cartel: Roger Márquez, un cirujano plástico, necesita fingir su muerte y realizarse una intervención quirúrgica que cambie su fisonomía. Lo que Lynch no sospecha es la identidad del mafioso que amenaza a Márquez.
Calderón aparece en la iglesia y les da 48 horas para que le devuelvan el millón de dólares que Salvador e Isabel robaron. Ante la urgencia, Lynch decide ejecutar el plan de Restrepo, el empleado de una aseguradora que quiere estafar a la compañía.
El plan de Restrepo resulta ser otro: estafar a Marcos Sartori, un millonario coleccionista de arte que guarda dos millones de dólares en una caja fuerte. Para cumplir con el plan, se suman dos socios de Restrepo, pero surgen complicaciones.
Para desesperación de los ladrones, la caja fuerte de Sartori está vacía. La policía sigue a Lynch hasta un cementerio, donde planea reunirse con Calderón. Lynch escapa, pero es secuestrado junto con Salvador y despierta en Buenos Aires.
Lynch y Salvador, encerrados en un apartamento en Buenos Aires, se encuentran con Irene, quien les explica que ella trabaja para la Interpol en la división de protección a testigos, y necesita fingir la muerte de cuatro personas amenazadas.
Javier llega a Buenos Aires. Allí, Lynch le cuenta sobre la promesa de Irene de limpiar sus nombres. De inmediato ponen en marcha un plan para simular la muerte del hacker, y así evitar que los militares corruptos lo asesinen.
Irene les proporciona a Lynch e Isabel una vieja funeraria desde donde planear las siguientes dos muertes fingidas: Miguel Fernández, el empleado de un banco, y Samuel Bak, el gerente de una clínica.
Cuando el empleado del banco es asesinado en el hospital, el doctor Bak intenta salirse del plan. Irene lo convence de seguir, pero Bak tiene otros planes.
Isabel es secuestrada. Para rescatarla, Lynch deberá descubrir quién es el infiltrado en la organización.
Lynch descubre que Irene no trabaja para la Interpol. Fueron víctimas de un plan secreto para ejecutar un robo perfecto, que se salió de control y se convirtió en un frenesí de asesinatos.
Muerto de dolor, Lynch entierra a Isabel en el patio de la funeraria. Jura que la venganza será terrible, pero para descubrir quién está detrás del robo deberá acceder a la caja de seguridad del banco en el que trabajaba Fernández.
